“TRES PASOS AL FRENTE” UNA MIRADA A LA GUERRA DEL CHACO EN 2024

Por: Hugo David Vedia Frias

"Tres pasos al frente" se adentra en uno de los capítulos más oscuros y complejos de la historia boliviana: la Guerra del Chaco, un conflicto bélico que tuvo lugar entre 1932 y 1935, enfrentando a Bolivia y Paraguay. La película busca rescatar no solo los hechos históricos, sino también el sufrimiento humano que acompañó a esta guerra. Sin embargo, a pesar de sus intenciones, la cinta se enfrenta a un desafío fundamental: lograr una representación veraz y profunda de la realidad vivida por los soldados, quienes se convirtieron en meros peones en un juego geopolítico que los sobrepasaba.

La narrativa está marcada por la crudeza del conflicto, donde se muestran las penurias de los soldados en un ambiente hostil, enfrentándose no solo a un enemigo tangible, sino también a la desidia y falta de recursos de su propio país. A medida que avanza la historia, el espectador es arrastrado a un contexto de hambre, frío y enfermedades, donde la muerte es una compañera constante. Sin embargo, la película, en su afán por representar estos aspectos, a veces parece perderse en el dramatismo, lo que puede distorsionar la percepción de la realidad que vivieron aquellos hombres.

HEROÍSMO Y DESHUMANIZACIÓN

Uno de los temas centrales de "Tres pasos al frente" es el contraste entre el heroísmo y la deshumanización de los soldados. Si bien la película intenta exaltar la valentía de estos hombres, también resalta cómo la guerra tiende a despojar a los individuos de su humanidad. Los personajes, en su mayoría, son presentados como arquetipos de soldados: valientes, sufridos, pero a menudo desprovistos de desarrollo personal. Esta falta de profundidad puede llevar a que el espectador no se conecte emocionalmente con ellos, convirtiéndolos en figuras casi míticas que representan un sacrificio, pero que carecen de la complejidad de las experiencias humanas.

Además, se hace evidente cómo la guerra no solo afecta a los soldados en el campo de batalla, sino también a sus familias y comunidades. Las secuencias que muestran el impacto del conflicto en los hogares dejan entrever un dolor que trasciende la experiencia individual, convirtiéndose en una herida colectiva. Sin embargo, la película no siempre logra equilibrar esta narrativa con el desarrollo de los personajes, lo que puede diluir el impacto emocional que se busca transmitir.

ACTUACIONES

Las actuaciones de los actores en "Tres pasos al frente" son un aspecto mixto. Si bien algunos miembros del elenco logran transmitir la angustia y el sacrificio que implica la vida en el frente de batalla, otros parecen limitarse a cumplir con los estereotipos de los personajes. La interpretación de los protagonistas, en particular, muestra destellos de autenticidad, especialmente en las escenas que exigen mayor carga emocional. Sin embargo, hay momentos en los que las actuaciones caen en lo melodramático, restando credibilidad a situaciones que deberían resonar con el espectador.

El elenco de apoyo presenta un rango de habilidades, donde algunos logran brillar, aportando matices a sus personajes, mientras que otros luchan por encontrar la profundidad necesaria. La falta de un desarrollo sólido en los personajes secundarios también puede haber limitado las oportunidades para que los actores ofrezcan interpretaciones más memorables. En conjunto, el desempeño actoral refleja una intención de honrar la historia, pero a veces se ve empañado por una ejecución que no siempre logra la sutileza deseada.

IDENTIDAD NACIONAL…

En un país donde la historia ha sido, en gran medida, olvidada o minimizada, "Tres pasos al frente" intenta revivir el sentido de identidad nacional a través de la memoria histórica. La Guerra del Chaco, aunque a menudo relegada a un segundo plano en la educación formal, es un pilar en la construcción de la identidad boliviana. La película ofrece una oportunidad valiosa para reflexionar sobre el sacrificio de aquellos que lucharon y murieron, así como para cuestionar la falta de reconocimiento que han sufrido.

Sin embargo, es crucial que este tipo de representaciones no caigan en el simplismo o en la glorificación de la guerra. La historia debe ser abordada con la seriedad y el rigor que merece, y "Tres pasos al frente" aún tiene un camino por recorrer en este aspecto. La película podría beneficiarse de un enfoque más matizado que permita al espectador entender no solo el sacrificio, sino también las causas subyacentes del conflicto, así como las repercusiones que tuvo en la Bolivia contemporánea.

A pesar de sus limitaciones, "Tres pasos al frente" se presenta como un esfuerzo valioso por narrar una historia olvidada, y tanto el elenco como el equipo de producción tienen un papel fundamental en este proceso. La película ofrece una oportunidad de aprendizaje para los involucrados, en especial para el director y los actores, quienes podrían beneficiarse de una mayor exploración y profundidad en sus interpretaciones y decisiones creativas.