La tortuga gigante

POR Bertha Machaca Macuchapi

Había una vez un joven que vivía en una pequeña casa en la selva, cerca de un río caudaloso. Era un buen hombre, pero un día cayó gravemente enfermo. Incapaz de moverse, y sin nadie que lo cuidara, su situación parecía desesperada. Su único amigo era una pequeña tortuga que había conocido en el bosque.

Una tarde, mientras descansaba en su cama, escuchó un leve golpeteo en la puerta. Se sorprendió al ver que era la pequeña tortuga, pero algo había cambiado: ahora era una gigante tortuga, mucho más grande de lo que alguna vez fue. La tortuga habló con una voz suave y profunda, diciendo.

—Amigo mío, he oído de tu enfermedad y vengo a ayudarte. Sube a mi espalda; te llevaré a la ciudad para que un médico te cure.

El cuento de La tortuga gigante de Horacio Quiroga nos enseña valores importantes como la solidaridad, el sacrificio y la empatía. En esta historia, un hombre enfermo en la selva es rescatado por una tortuga gigante que arriesga su vida para salvarlo. La tortuga demuestra una lealtad y compasión tan grandes que, a pesar del peligro, lleva al hombre hasta un lugar seguro donde puede recibir atención.

Este cuento también nos recuerda la relación entre los seres humanos y la naturaleza, mostrando cómo los animales y el entorno natural pueden ser fuentes de apoyo y ayuda, así como la importancia de cuidar y respetar a otros seres vivos.