Crítica de Cine: "El viejo" (2023)

Por : Nelly Chura Gomez

"El viejo", la última obra del cineasta boliviano Juan Carlos Valdivia, nos ofrece un retrato intenso y emotivo de la vida en los pueblos rurales de Bolivia. La película explora el duelo y la resiliencia a través de la historia de don Emilio, un anciano que lucha por mantener su hogar y su dignidad en una comunidad que cambia rápidamente.

Valdivia, conocido por su habilidad para capturar la esencia de la experiencia boliviana, hace un trabajo notable al ofrecer una narrativa que es tanto íntima como universal. La actuación de Héctor Vásquez, en el papel de don Emilio, es conmovedora y auténtica. Vásquez logra transmitir la profundidad de su personaje con una sutileza que lleva al espectador a una inmersión total en su mundo.

El guion, escrito por Valdivia y su colaboradora, Mariana Cossio, se destaca por su sensibilidad al abordar temas de vejez, soledad y resistencia cultural. La película combina diálogos introspectivos con un ritmo contemplativo que permite una conexión profunda con los personajes. No obstante, en algunos momentos, la narrativa se siente estancada, con escenas que podrían beneficiarse de una edición más ágil.

Visualmente, "El viejo" es impresionante. La cinematografía de Juan Pablo Rivas captura la belleza y la dureza del paisaje boliviano con una paleta de colores rica y texturizada. Las tomas panorámicas del entorno rural no solo enmarcan la historia, sino que también enfatizan la desolación y el aislamiento que enfrenta el protagonista.

A pesar de sus virtudes, la película no está exenta de fallos. La lentitud de algunos segmentos puede desincentivar a los espectadores que buscan una narrativa más dinámica. Además, el final abierto deja algunas preguntas sin responder, lo que puede ser tanto una fortaleza como una debilidad, dependiendo de la perspectiva del espectador.