Un día al filo del presupuesto: la vida en tiempos de crisis”
- Maribel Vino
- 27 nov 2024
- 2 Min. de lectura

por: Jade Loida Laura Oblitas
El Alto, 27 de nov.( Noticias con altura)
El reloj suena temprano, aunque yo ya estoy ya despierta. La ansiedad por preguntar que pasar acá después que no estamos con combustible y los precios la ha mantenido en vela. Vivo en un barrio de El Alto, donde el transporte público es limitado y cada litro de diésel parece oro líquido. “Sin gasolina, no hay ventas” y me por a pensar.
7:00 AM: yo ,. Empiezo a traer productos para acomodarlos y ordenarlos. Para poder salir y así abrir la tienda .Nota que los precios han subido nuevamente.
9:15 AM: Los clientes comienzan a llegar lentamente y yo intento mantener el buen ánimo. Un comprador habitual viene y me dice que está considerando cruzar a Perú para buscar insumos porque aquí todo está escaso. Los rumores de más bloqueos en las carreteras circulan entre los comerciantes. “Si cierran la ruta otra vez, perdemos todo”, comenta con preocupación.
11:45 AM: Las noticias en la radio traen actualizaciones: el gobierno asegura que no hay desabastecimiento de combustible, pero los precios en el mercado negro dicen otra cosa. Yo apago la radio con frustración. “Solo hablan, pero aquí seguimos luchando solos”.
2:30 PM: Al mediodía, cierro el puesto para ir a buscar productos más económicos en otra zona. Camina por más de una hora, cargando una bolsa que pesa más con cada paso.
5:00 PM: De regreso en el mercado, Andrea reabre su puesto, aunque la clientela sigue escasa. Muchos optan por comprar solo lo indispensable. Un grupo de transportistas pasa por la calle protestando contra la falta de combustible.
8:00 PM: Vuelvo a casa y conseguir algo de gasolina a un precio elevado fue muy difícil pero suficiente para otro día de trabajo.
10:00 PM: Antes de acostarme anoto las cuentas del día. Apenas logró cubrir lo necesario para el combustible y unos pocos alimentos. Mi lucha es diaria es un reflejo de miles de bolivianos que enfrentan las mismas dificultades.
Leo en el celular y me motiva “No queda más que resistir, por nosotros y por los que vienen”.
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