Inseguridad para jóvenes Cómo los jóvenes se corrompen en las calles
- Maribel Vino
- 25 oct 2024
- 2 Min. de lectura

Por: Maribel Barra Vino
El Alto, (Noticias con altura) 25oct.
La ciudad de El Alto ha sido testigo del crecimiento de la delincuencia y el riesgo para la seguridad de los habitantes de esta urbe durante los últimos años. Somos una de las urbes más grandes y dinámicas de Bolivia. Sin embargo, este rápido incremento ha traído consigo una serie de desafíos, siendo esta problemática una de los más acuciantes. Este artículo explora las diversas facetas de la criminalidad en El Alto, analizando sus causas, el impacto en la comunidad y las posibles soluciones para mitigar este problema.
Una radiografía de la delincuencia en El Alto
Nuestra ciudad enfrenta múltiples tipos de delincuencia que afectan la vida cotidiana de sus habitantes. Entre los delitos más comunes se encuentran los robos y hurtos a viviendas y locales comerciales, robos en el transporte público. Además, se han reportado incidentes de violencia doméstica y delitos sexuales, que a menudo están subestimados debido a la falta de denuncias por miedo a represalias o desconfianza en las autoridades.
La falta de espacios recreativos y de oportunidades educativas y laborales para los jóvenes ha contribuido a su participación en actividades ilícitas como una salida ante la exclusión social y económica.
Factores que contribuyen a la criminalidad
Varios factores se combinan para alimentar la criminalidad en El Alto. La pobreza y el desempleo son, quizás, los más significativos. Muchos habitantes de El Alto viven en condiciones de precariedad económica, lo que lleva a algunos a ver en la delincuencia una forma de subsistencia. La migración interna también ha jugado un papel en la expansión desorganizada de El Alto, con nuevos barrios que carecen de servicios básicos adecuados y son más susceptibles a actividades delictivas.
La desigualdad social y la falta de acceso a la educación y a la salud agravan aún más la situación, creando un entorno en el que el crimen puede florecer. Asimismo, la corrupción y la falta de recursos en las fuerzas de seguridad han minado la capacidad de la policía para combatir el crimen de manera efectiva, lo que a su vez ha erosionado la confianza de la comunidad en las instituciones encargadas de mantener el orden.
Impacto en la urbe alteña
En la ciudad de El Alto se contempla a los distritos 5 y 6, como los más peligrosos, con mayor incidencia de casos delictivos, en tanto, los distritos 1, 2, 3, 4 y 14 son identificados como zonas rojas, aunque de menor riesgo. Además del daño material y físico causado por los delitos, hay un efecto psicológico significativo en la población. La sensación de inseguridad y el miedo constante a ser víctima de un delito afectan la calidad de vida de los alteños, limitando su movilidad y su capacidad de participar plenamente en la vida social y económica de la ciudad.
En conclusión, la delincuencia en El Alto es un problema complejo que requiere una respuesta multifacética. Aunque la ciudad enfrenta desafíos significativos, también tiene la oportunidad de transformarse a través de políticas integrales y el compromiso de toda la comunidad. Invertir en las personas, fomentar la inclusión social y fortalecer las instituciones son pasos fundamentales para construir un futuro más seguro y próspero para todos de la ciudad de El Alto.
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