Genara: La Mujer que Luchó Contra la Adversidad para Salir Adelante Con Esfuerzo, Valentía y Honestidad"

POR : Jhene Helga Tucupa Mamani

El Alto ,26 de Nov.(Noticias Con Altura) G.I.

Genara es una digna mujer de pollera, tiene 50 años, nació en la provincia Camacho, cantón Chuani en el altiplano boliviano  a 200 kilómetros de la Sede de Gobierno. Desde muy temprana edad su mamá la obligó a “juntarse”, tener una pareja y dejar escuela ya que le decía que “sería por su bien”. Aprendió el valor, esfuerzo y dedicación para sacar adelante a sus cuatro hijos a su temprana edad. Ella soñaba con un futuro mejor pero no avizoraba que su vida cambiaría de un día para el otro.

A su temprana edad, Genera ya sabía valerse en la vida, ganaba un poco de dinero vendiendo dulces, galletas en la puerta de su escuela en Chuani A, también haciendo tejidos para enviárselas a su tía para que se lo venda que venía a la ciudad de La Paz . Mientras que Genara estaba al cuidado  de sus animales y ayudando de MINK’A( intercambio de alimentos  a cambio de ayudar ).

Gracias al trabajo comunitario podía intercambiar alimentos con sus vecinos, para que no les falte que comer a sus hijos, ya que su pareja no aportaba en nada, solo sabía dar golpes y golpes, pero un día decidió emigrar a la ciudad de La Paz, dónde comenzó trabajando de niñera y cocinera pero la dueña lamentablemente no quería que trajera a sus hijos y ella nuevamente se regresó a su pueblo.

Al regresar, los abusos de su pareja continúan hasta que su hermano Primitivo y su cuñada Lidia vienen a ayudarla y la llevan a la ciudad de La Paz. Al llegar a El Alto, Genara aún no tenía un trabajo fijo, por qué recién estába llegando del pueblo, vestida  de pollera y no era aceptada en ningún lugar de trabajo. Entonces, decidió salir a las calles y avenidas de la Ceja de El Alto, acompañada de sus hijos, a quienes poco a poco les enseñaba a defenderse en la vida y ganarse unas monedas, vendiendo gelatina y frescos hervidos bajo la lluvia, el frío y el sol.

“En esta vida hay que aprender a ganarse un poco de dinero, siempre con humildad, porque yo no voy a estar para siempre “

Finalmente, las oportunidades llegaron a la vida de Genara cuándo consiguió un trabajo cómo albañil y en la excavación de gas.

Su compromiso con la educación de sus hijos es un pilar fundamental en su vida. Sacrifica horas de descanso y trabajo para brindarles mejores oportunidades, buscando siempre que tengan una educación que les permita un futuro mejor, entregándolos a las manos de Dios. Genara no se detiene ante ningún obstáculo, siempre enfrentando los retos con valentía y paciencia, buscando soluciones.

Valora mucho la honestidad en su hogar y en su vida diaria. Cuando enfrenta mentiras o errores en su familia, reacciona de inmediato: su rostro se pone serio, sus ojos brillan con intensidad, y su voz, aunque no sea elevada se vuelve firme y decidida, creando una sensación de tensión en el ambiente. Su tono agudo y crítico deja claro su desagrado.  Sin embargo, después de su  reacción, intenta calmarse y explicar con calma por qué es tan importante hacer las cosas bien y ser sinceros. Para ella, incluso la más pequeña falsedad es inaceptable, y su profunda decepción hacia el engaño refleja de que la verdad es esencial, prefiriendo siempre enfrentar las consecuencias de la honestidad como parte de su esencia familiar.