El Barcelona convierte el Bernabéu en su jardín
- Silvia Natividad Chipana Tintaya
- 27 nov 2024
- 2 Min. de lectura
Crónica

Por: Cristofer Caballero
El Santiago Bernabéu fue testigo de un clásico de pesadilla para el Real Madrid. En una noche en la que la afición esperaba ver a Mbappé brillar, el francés terminó frustrado, atrapado en la trampa defensiva de un Barcelona que se fue con un aplastante 4-0 y una lección de eficacia.
La primera mitad fue un espectáculo de ida y vuelta con el Madrid tratando de dominar y generando algunas ocasiones, pero sin concretar. Mbappé llegó a celebrar un gol al minuto 30 lo que hizo estallar en el Bernabéu, pero el VAR anuló la jugada por fuera de juego, bajando las emociones de la grada merengue. Mientras tanto Flick y sus jugadores parecían tener un plan perfecto, defender como una muralla y atrapar a los atacantes blancos en fuera de juego cada vez que intentaban sorprender.
Sin goles al descanso, el Barça salió en la segunda mitad dispuesto a cambiar la historia. Al minuto 54, Casadó dio un pase filtrado y dejó a Lewandowski solo ante Lunin y el polaco no perdonó, anotando el primer gol. Apenas dos minutos después, Lewandowski apareció de nuevo, esta vez recibiendo un centro perfecto de Balde para poner el 0-2. En cuestión de dos minutos, el Barça había dejado tambaleante al Madrid, que no encontraba manera de reaccionar.
Ancelotti intentó darle chispa a su equipo con el ingreso de Modric, pero la defensa del Barça siguió impecable, con Iñaki Peña desbaratando cada intento madridista. En el minuto 66, Mbappé volvió a marcar, pero otra vez el VAR anuló el gol por fuera de juego. Para el francés la frustración era evidente. Para el Barcelona, todo marchaba según el plan.
El Barça siguió atacando y aumentando la ventaja al minuto 77, cuando Lamine Yamal, la joven promesa culé, anotó con la pierna menos hábil el 0-3. Con el Madrid completamente expuesto, Raphinha con una vaselina impecable que confirmaba la goleada al minuto 85 un gol de pura clase. El 0-4 fue una pesadilla para los de Ancelotti, que habían sido desbordados en su propio campo.
Para el Barça, fue una noche inolvidable; para el Madrid, una de esas derrotas que dejan huella.
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