Beatriz Alavi Vino, una gran mujer, trabajadora y muy valiente.
- Maribel Vino
- 11 nov 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 13 nov 2024

Por: Maribel Barra Vino
El Alto, 11 nov. (Noticias con altura)
Beatriz Vino Alavi nacida en la provincia Pacajes estancia Titiri es una mujer honrada, humilde, valiente, muy fuerte, con una energía inagotable y una sonrisa cálida, cuando tenía 18 años llego a la ciudad de El Alto se quedó a vivir en casa de doña Juana (hermana) tal casa que se encuentra aún en la zona villa pacajes. También buscando trabajo por la ceja en aquel tiempo donde contaba con un monto de 50 bolivar se dirigió a un puesto de mayorista de verduras donde compro verduras para que ella pueda vender en las ferias como villa pacajes, la feria bolivar y san Luis.
Cambia de mercadería cuando tenía 22 años como una comerciante de frutas inalcanzable y dedicada. Con tres hijos a su cargo en aquel entonces, Beatriz combina el papel de madre con el de proveedora, asegurándose de que su familia nunca falte de lo esencial y que sus clientes reciban siempre lo mejor.
Su jornada comienza a las 05:00am y a veces 06:00am. Cargando su aguayo con yutes y a veces con cajas en la espalda, Beatriz recorre todos los puestos mayoristas de la ceja por la plaza Juana Azurduy entre las calles 4 y 9 en busca de las frutas más frescas, desde piñas y sandias hasta papayas y plátanos. Con una habilidad excepcional, selecciona la mejor fruta bien maduras y dulces, y con la paciencia que la caracteriza, organiza sus frutas para exponerlas en su puesto.
Para ella, no es solo un trabajo; es una manera de cuidar la salud de sus caseritos y caseritas. "siempre tratar muy bien a los caseritos y darles en buen estado las frutas", suele decir. Y ella lo tiene claro: vender productos de calidad es esencial, especialmente para quienes buscan opciones frescas y accesibles.
Como madre de tres hijos, que antes de ser tres fueron seis pero que lamentablemente fallecieron por diferentes motivos, Beatriz sabe lo que significa el esfuerzo y la entrega. Cada peso que gana es invertido en la educación y el bienestar de sus hijos, quienes representan su mayor orgullo. A pesar de las dificultades y de las largas jornadas de trabajo, sus hijos siempre tienen su apoyo incondicional, aunque a veces reniega por demás, pero no por tanto tiempo, ella sueña con verlos llegar lejos, alcanzar sus metas, que abarcan desde estudios universitarios hasta posibles negocios propios.
Una conexión única con sus caseritas
Sus caseras caseros no son solo compradores; muchos de ellos la consideran una amiga y confidente. Beatriz conoce los gustos de cada uno y siempre tiene una sonrisa y una palabra amable para ofrecer. Con el tiempo, ha construido un gran grupo de personas que la respeta y admira, viendo en ella a una mujer honesta y trabajadora que lleva alegría a través de sus productos.
Beatriz no solo comercializa frutas, sino que cultiva un lazo con las caseras. Con cada venta y cada sonrisa, Beatriz reafirma su compromiso como madre, trabajadora y vecina solidaria.
Desafíos y Triunfos:
A pesar de los obstáculos, como la competencia y los cambios en el mercado, los cambios de climas Beatriz más conocida como la “case” ha logrado mantener su negocio en crecimiento. Porque gracias a él esfuerzo y días agotadores pudo construir su casita siempre soñado se cumplió. "en la vida se gana y se pierde, pero a seguir adelante", afirma. Su enfoque en la calidad y el servicio al cliente ha generado lealtad entre sus compradores.
Beatriz Alavi Vino es un ejemplo de perseverancia y amor maternal. Su historia resalta la importancia el poder del emprendimiento las ganas que siempre le pone a cada amanecer.
Aunque si nos vamos a la parte de lo malo Beatriz se preocupa profundamente por sus hijos, quienes la conocen bien indican que rara vez muestra su cariño de forma abierta. “Ella cree que ser madre es asegurar que estemos bien cuidados, pero rara vez expresa sus sentimientos" pero es por el poco tiempo que se queda en casa, cuenta un familiar cercano.
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