Aida Quispe Churata: Luchadora incansable, guiada por la fe y la fortaleza

Por: José Daniel Mamani Quispe

El Alto, 25 Nov. (Noticias Con Altura).- Aida Quispe Churata nació el 10 de abril de 1962 en la provincia Larecaja, en un pequeño pueblo llamado Arapa. Fue la séptima de ocho hermanos en una familia numerosa que enfrentó muchas dificultades económicas. Desde pequeña, Aida se vio en la necesidad de trabajar para apoyar a su familia, lo que la llevó a ser una persona muy trabajadora y responsable. A lo largo de su vida, Aida ha demostrado una profunda empatía, siendo siempre consciente de las necesidades de los demás. Esto se reflejó en su decisión de ayudar a su hermano menor para que pudiera continuar sus estudios, sacrificando su propio tiempo y recursos.

Su vida estuvo marcada por varias tragedias familiares que la llevaron a superar grandes obstáculos. Cuando tenía apenas 15 años, uno de sus hermanos, Justo Quispe Churata, sufrió un accidente mientras pastoreaba ovejas. Aunque la herida de Justo se agravó, él no le dijo a sus padres, lo que llevó a una infección que finalmente le costó la vida. La familia de Aida quedó devastada por esta pérdida, lo que motivó a todos a buscar nuevas oportunidades en La Paz.

Tras mudarse a la capital, Aida comenzó a trabajar como cocinera y más tarde como ayudante de albañil. A lo largo de los años, Aida se enfrentó a la muerte de varios de sus familiares. En un trágico accidente de tráfico, dos de sus hermanos y sus sobrinas perdieron la vida. A pesar de estos golpes, Aida se mantuvo firme, siempre pensando en sus hijos, quienes fueron su mayor motivación para seguir adelante.

En 2015, Aida se trasladó al departamento de Beni para reunirse con su esposo, José Nicolás Mamani, quien ya se encontraba trabajando en esa región. Enfrentó más desafíos cuando su hermano mayor enfermó gravemente y, aunque hizo todo lo posible por ayudarlo, no logró salvarlo. Aida siempre confió en la fe cristiana como una fuente de fortaleza en los momentos difíciles, lo que le permitió sobreponerse a tantas adversidades.

Hoy en día, Aida vive en el norte de La Paz (IXIAMAS). A pesar de las pruebas que ha enfrentado, ha logrado mantenerse positiva, siempre dispuesta a ayudar a quienes la rodean. Su visión del futuro es clara: espera que su familia pueda estar junta y vivir en armonía. Aida es una persona optimista, con una gran fortaleza y perseverancia, que a pesar de todo, sigue buscando nuevas oportunidades para ella y los suyos.

En su tiempo libre, Aida disfruta de la lectura y de trabajar en sus cultivos, dos actividades que le brindan tranquilidad y satisfacción. Sus valores personales están fuertemente arraigados en su fe y en el amor por su familia. Aunque a veces, debido a la frustración, puede decir cosas sin pensarlo, sus fortalezas y su naturaleza empática la hacen una persona profundamente querida por quienes la conocen.

Aida Quispe Churata es un testimonio de superación personal y resiliencia, alguien que, a pesar de los golpes de la vida, ha logrado encontrar la paz y la fuerza para seguir adelante.